En un ayer muy distante
Tenía sed
bebía lágrimas,
mi intestino gemía.
Bebía leche con grumos
y naranjas de semilla amarga.
Recuerdo esos días,
el desdén
al sentirlos vividos,
el miedo a volver a vivirlos.
Recuerdo un perfil,
un niño llorando en la espuma
de un mar receloso.
Bebí té,
sigo bebiéndolo.
La pena me despertaba al alba
con su canción nostálgica.
Tenía sed,
bebía café y alzaba mi cabeza
como una paloma alerta
al bullicio de una plaza con sol.
¿Recuerdas ese verano?
Me reprochabas sólo por amarte.
Hoy no me odias ni te amo
y puedo asegurar con tristeza:
bebía lágrimas,
mis vísceras gemían.
bebía lágrimas,
mi intestino gemía.
Bebía leche con grumos
y naranjas de semilla amarga.
Recuerdo esos días,
el desdén
al sentirlos vividos,
el miedo a volver a vivirlos.
Recuerdo un perfil,
un niño llorando en la espuma
de un mar receloso.
Bebí té,
sigo bebiéndolo.
La pena me despertaba al alba
con su canción nostálgica.
Tenía sed,
bebía café y alzaba mi cabeza
como una paloma alerta
al bullicio de una plaza con sol.
¿Recuerdas ese verano?
Me reprochabas sólo por amarte.
Hoy no me odias ni te amo
y puedo asegurar con tristeza:
bebía lágrimas,
mis vísceras gemían.
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