MOMENTOS

MOMENTO UNO

Entender al niño que chochea
Al anciano ingenuo que llevamos dentro
La demencia de un ave
La sabiduría de las ramas que hacen nido
Entender las cavilaciones del estomago
Oir a Dios cuando todo es bullicio
y dibujar el entendimiento
cuando intercambiamos caricias.


MOMENTO DOS

Se de Dios porque hay un nosotros
Cuando me besas y te beso
Cuando sonríes tengo a Dios a mi lado
Cuando flaqueas llevo a Dios contigo
Y en este amor
que me hace una hormiga y al lodo lodo
Me parece que Dios
es autoría.

LA CIUDAD

RUIDOSA SOLEDAD

Ruidos, sólo ruidos
y yo siempre sola.
Mi lampara de reojo mira y observa.
Libros se alborotan,
buscan el orden preciso
antes de ser deborados.
Ruidos y ruidos
Silencio, gemidos, carcajadas
Ruidos de locomoción colectiva
en mi pieza;
en esta taza de leche llena de grumos,
en este desorden que me acongoja,
pues falta lo esencial;
Tu voz y las luces que descienden contigo
hasta incendiar la habitación
sin dañarla...
Entonces cada libro
cada hoja, intrépida trepando a su forma
encontrara su lugar.

NO ME QUEDA

No me queda ya
sino gastarme.
Cansarme de asusntos livianos,
hasta evadir la certeza
que este manojo de hortigas
me esta matando.
Luchadora por naturaleza
escucho el cansancio en la voz
de mis ancestros;
Oigo parir a mi madre,
robarme de la nada;
cuando la luz enciende
y huye de mi párpado.